A Miguel Labordeta
Deberías hablarme de lo desconocido
como si la gruta de una cueva no fuera
privilegio de unos pocos
Y en cambio hablas de tiempo
estatua árbol hormiga en la tarde,
incesantes mundos destruidos
en nuestros ojos,
porque ahora vemos el doble y la nada
en los soles
y los vientos son llamadas al no retorno
Deberías hablar de
los ojos muy abiertos y alarmados
del niño,
la calma que los sostenía
la verás desaparecer
tan solo, lo sé,
con el poema acabado
envolviendo tu muñeca
Rosa Lentini