PRIMAVERA 1945
¡Señor
heme aquí bajo tu gloriosa primavera
lleno de pena.
Tus reinos están mal gobernados,
mal dirigidos tus senderos
demasiado oscuro tu sentido,
es una vergüenza.
Cómo permites estos escándalos,
estas matanzas, estas comedias.
Hace tiempo perdí mi confianza en ti
oh señor desganado:
heme aquí.
Solitario y triste
bajo tu gloriosa primavera.
“Crecimiento, 1945”. Recogido en “Obra completa de Miguel Labordeta”, edición a cargo de Clemente Alonso Crespo. Los libros de la frontera 1983. Tomo I, pág.182.
A MIGUEL
Yo te nombré en silencio muchas veces
y te abracé otras tantas
en tiempos de silencios y de sombras.
Año cuarenta y cinco de un tiempo sin mañana
y tú estabas allí siendo testigo
de todas las miserias de este mundo
que siguen hoy hiriendo a tantos inocentes.
“Llanto seco por mis ojos perdidos
de náufrago celeste” derramaste.
Señor, por qué dejaste tan solitario y triste
al encendido pájaro de aquellas primaveras.
Por qué causa, Señor, aún no respondes
a la voz angustiada del poeta.
Miguel Ángel Yusta.
Madrid. Octubre 2021.