Un paso azul,

apenas la sangría de un sendero

que asciende

hacia su inusitado dios solar,

tubería de dicha,

el cielo umbilical retrotraído

al hueco incandescente

de un bolsillo

caído

hacia

arriba

tan solo por el peso de su nada,

abierto en plenitud de perdición,

directo hacia el desagüe de la vida,

a la propagación de una alberca

donde mirarte

y no reconocer

la identidad del agua sacudida.

 

 

Celia Carrasco

 

Original del Autor:

 


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