Rafael Pérez García

A veces me pasa

A veces, cuando cierro los ojos,
la noche me ofrece sus sombras,
sus horas largas y un tropel equívoco
de utopías arcádicas imposibles.
Camino entonces por mi soledad deseada,
por la seducción de mundos etéreos,
al lado de un Dios al descubierto,
más humano, sin cruz ni muerte,
aquel Dios de la saeta popular
que cantaba el Poeta del Duero.

A veces, cuando cierro los ojos
tacho la nostalgia del camino de vuelta,
me invento esperanzas y las adorno
con el botín de una sonrisa al aire
o el calor de un abrazo amigo.

A veces, cuando cierro los ojos,
querría cambiar la dudosa realidad
por la transparencia insondable
que el amor guarda para los sueños.

Sin embargo
y desde el límite incierto de esta locura,
sé que cuando abra los ojos,
solo desearé anclar mi vida
a este paraíso de tierra,
a la luz primera de cada mañana,
al calor de la piel amada
cuando prende fuego al silencio.

Rafael Pérez García


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