Camino de vuelta
Es otro paisaje.
A veces un páramo gris desolado.
Otras,una aguada en movimiento.
Es otro andar
pero cerca del derrumbe,
con su ritmo de adagio
y su renta de olvido.
Es un viaje de regreso y la vida,
en su boca la lleva el viento,
sin maletas, sumisa.
Cuando miras sin curiosidad,
cuando eres invisible al resto
y tus horas solo hilvanan recuerdos,
una lánguida desesperanza
señala,- con viento polar-
los indiscretos cambios
del camino de vuelta.
Quedan atrás la promesa y el deseo
vencida la ilusión
vencido el tiempo.
Solo queda romper el espejo,
derramar el veneno que su azogue destila
y vivir sin miedo, a la espera
de un Dios al descubierto.