Ainara Revista Imán Número 22

CISNE NEGRO

Creo que todos tenemos un cisne negro picoteándonos el ala.
Es negro
es oscuro
es violento.

Es todo eso que queremos ser para mañana
es todo eso que admiramos y no tenemos
es el fracaso de ningún intento
es deseo frustrado
es impulso encerrado
es garra enrejada
es grito silenciado
es carácter
asustado…

Es el nudo en la garganta que no desatas
es el talento que escondes entre las vértebras de tu espalda
es la naturaleza que niegas por miedo a la caída
es la luz, que antes de alumbrar, apagas

por eso es negro
por eso es oscuro
y por eso es violento.

Pero por eso mismo, podrás bailar cien veces con las puntas
que nunca llegará a ser perfecto si no soportas el peso de tu cisne negro sobre los dedos.
Y escucharás tu reflejo en la danza pero el lago te será incompleto
y te agrietarás los nudillos por cada noche que no tengas
y te despellejarás las células muertas de tus uñas por cada sueño que sometas
serás blanco
y solo blanco
y nada más
que blanco.

Pero yo…
yo no quiero que mi cisne negro sea una sombra reprimida,
así que me clavaré un trozo de cristal en la yugular más nítida y transparente
para que con el placer mortífero me crezcan plumas azabaches en los folículos más pequeños de mi epidermis.

Yo quiero retorcerme el cuello
hasta que mis músculos serpenteen
y llenarme las cuencas de gotas de sangre
por cada latido que contraiga.

Quiero bailar, desafiante, con la reestructuración de mis manos palmeadas
y nadar hasta el límite dejando un charco de tinta imborrable a mi paso.

Quiero humedecer lo más impermeable de mi piel
hasta exhalar lunares por los poros
e inyectarme los ojos de pasión sanguínea
para destrozar con la mirada
cada latido aletargado y animal con el que me encuentre.

Quiero bailar con la espalda descubierta
como la aguja en la costura
y entrelazar mis pasos con la lluvia
enredando las huellas de mis manos.
Y amar,
amar con los labios enjambrados de caricias
sin culparme por no ser fiel a cada beso.

Quiero arrancar con el pico las cuerdas que me atan
e impregnarme de libertad cada extremidad de mi plumaje.
Quiero que el goce invada cada zona erógena de mi cuerpo que contengo
y ser la espontaneidad que perturba lo más blanco.
Quiero deshacerme del control apolíneo de la cordura
y ser curva dionisíaca con la que te masturbes.

Y gritar hasta sangrar
y llorar hasta escocer
y nadar hasta ahogar
y amar hasta gemir
y vivir hasta matar

y ser negro
y ser oscuro
y ser violento
y, por una vez,
cisne,
cisne negro.

 

GOLONDRINA

Hay un pájaro revoloteando de un lado a otro de mi habitación.
Tiene la puerta abierta y la mira de soslayo.
Las paredes le han rajado las plumas
y de tanto apretar el pico
casi se lo ha clavado.

Hay un pájaro revoloteando de un lado a otro de mi habitación.
El cansancio le está poniendo las alas tristes
y el piar ahogado.
La puerta está abierta,
el pájaro la mira mira
el pájaro la está mirando.

Afuera cantan las niñas
y el azufre inunda el aire,
las rosas son girasoles
y el sol piedra de azabache.

Afuera cantan las niñas
y el miedo reina en las calles
los pétalos son manchas
y a la primavera no la llama nadie.

Hay un pájaro arrinconado en una esquina de mi habitación.
Tiene el color del cielo en los ojos
y los párpados cerrados.
La niña le llama llama
la niña le está llamando.

La puerta está abierta.

El pájaro arrinconado.

Tiene el color del cielo en los ojos.

Los párpados cerrados.

 

GRITO DE SIRENA

Puedo ser lo que tú quieras que sea,
pero ojalá me pidas, indirecta, que te bese.
Puedo ser amiga o amante,
pero ojalá nos encontremos, bandidas, en la noche.
Fugitivas de la naturaleza,
libres de sus ciclos y reglas.
Anarquistas del destino inexorable de una raza y su supervivencia
que junta cielo y tierra,
fuego y agua,
macho y hembra.
Pecado de dos Evas,
bocado de manzana prohibida,
hundida, silenciada en la costilla de una religión hostil.

Que tus dedos no conozcan represión ni barrera,
indómitas, impasibles al temor,
mi cuerpo ahogado en sudor,
tus manos, afroditas, en mis venas,
el pálpito, trémulo en mis caderas.

Entonces, dejaré mi corazón pétreo de lado
me entregaré, tácita, a las sabanas de tu piel
y ufana robaré el sonido cautivo de tu boca
abriéndose en inesperado quejido de placer.

Me lanzaré, suicida, a la aventura,
a la de tu cuerpo y a la de tus manos.
Bailaré, impetuosa, en el precipicio de la comisura de tu boca
como en una noche de alcohol desenfrenada.
Te morderé violenta con el aliento entrecortado por el peso de tu cuerpo,
rozarán mis dedos tus venas tórridas del latir de un corazón extasiado
y oiré de cerca tu respiración agitada
besándome vehemente la piel.

Y en el crepitar de nuestros cuerpos ardiendo,
nos hundiremos en el rojo atardecer de la eternidad de un instante.
Seremos por un momento fuego cautivo, suspiro mortecino, exhalación etérea, quejido efímero, mujer pasajera…
y una a una,
una a una,
tus caricias serán la perdición de nuestra pasión disoluta,
inconmensurable, esteta de siluetas con curvas,
amante de cuerpos iguales,
guerrera de estigmas hechos carne
que no son sino vestigios de un tiempo y una sociedad infame.

Así que seamos el error, el defecto,
la anomalía más bella de dos cuerpos tendidos,
extasiados en amor.
Juntemos las medias lunas de nuestros labios,
las olas de nuestras caderas,
el abismo entre las piernas…
Y seamos luna llena,
mar agitado,
grito de sirena.

 

CAMPOS DE YUGO

Peso muerto.
Odio interno.
Duelen las erratas de mi cuerpo.
Huellas negruzcas hacen mi camino,
aire negro en las ramas de un olivo.
Atosigo tus muñecas, difuminas tus pupilas
y el papel con el carbón se está quemando.

Pústula hundiéndose en la mugre,
pintándome los pechos con el ocre de otros besos,
aguarrás en las entrañas,
manchas mancilladas con tu nombre,
tejiendo tus dolores en mi lienzo
capa sobre capa, costra sobre costra.

Así que cojo el cinturón y a modo de castigo,
látigo fustigo mis adentros
Zaragoza y sus recuerdos,
Zaragoza y sus recuerdos.

Y tú, celosía de mis ojos, amante de mis dudas,
me recoges con los brazos y con el pecho descubierto.

Y yo, hipócrita, me miro en el espejo,
aborrezco mi mirada,
ojeras malnacidas me recuerdan lo que amaba,
attrezzo en el reflejo,
equinoccio de mis vuelos
muerta en el suelo y vuelta a la acequia equivocada.
Astillas que tiñen de rojo tu casa,
agrios granos desgranados de los campos de tu espalda,
toro arrodillado en su maleza
ahora miserable ayer dominadora
en el hastío del estío de la sombra.
Besando pedregales,
rapaz en la mañana,
golondrina solitariabuscando a cielo abierto
un punto que la aleje de esta tierra parda.

Y tú, sincera como siempre, incondicional hasta las trancas
haces un nudo a todas mis ausencias y a modo de saco las llevas en la espalda.

Y yo repito,
inconforme con mis besos hago impunes mis deseos,
inconexo el corazón hace escarlata entre mis dedos
y me entrego a los azules,
al pino verde
a los puntos que recorren las orillas de otra isla
y voy dejando esporas,
perfumes
y poemas
esparcidos en ajenos continentes.
Penitente germino la simiente,
exploto tu granada
y llueven rojizos de los granos de tu vientre.
Fruto producto de mi jugo,
juego en el aljibe,
almaceno mis desnudos,
agua de cerezo en las entrañas
aderezo mis patrañas
y repito.

Testigos de mi arado siembran surcos en el llanto de mi yugo.
Caminos germinados con los besos que te quito.
Trigales creciendo de mi lecho, pudriendo mis respiros
Yazco y entre tanto gozo y entre tanto tiro
muero en mi siembra y erosiono tu latido.
Que yo quiero ser la luz de los campos de Machado
y no este gris sucio en el que dormito.
Así que acuchillados sean los amores en el techo que nos conoció,
en el que crecimos y en el que creceremos
porque la única persona a la que quiero amar eres tú.

Y es que yo quería hacerte un poema de amor
pero es que no me lo merezco.

 

Ainara García Córdoba

(Zaragoza, 1999)Comenzó en la poesía a los 15 años, ensayando sonetos y romances, fruto de una demanda escolar. En 2017 llega a Barcelona y conoce la cultura del Slampoetry. Sus textos, entonces, se tiñen de libertad, en una eclosión de identidad, ligando uña y papel mediante su corazón.  Desde entonces, ha sido ganadora de varios concursos poéticos como el Slam de Daroca 2018 o el Altercado Slam Zaragoza 2018-2019 siendo representante en el PoetrySlam España. Su primer poemario, recién estrenado, lleva de nombre “Poesiadicta” y ha sido editado por Distinta.  En él se recogen muchos de los poemas concebidos para recitar de viva voz y que la han llevado a erigirse como una de las protagonistas del slampoetry.


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