Diego Cebollada Ordovás
Desde mi ventana mudéjar
dejo entrar tu luz de luna
y escribo en aljamiado
tu nombre en las estrellas
para que el cielo sepa
cómo te llamas.
Te haré sultana de la noche
en tu trono de marfil,
tocaré acordes áureos
cuando duermas junto a mí
entre caricias de seda
y tu perfume de jazmín.
Te mostraré las maravillas
que esconde mi jardín,
diamantes y rubíes
que guardo para tí
emergidos de este oasis
de flores de alhelí.
BRUTAL