María MolinaDel poemario: El juego de la oca

Desde lejos
me habitan tus palabras.
Notas flácidas y tibias
sobre un inútil pentagrama.
Desde lejos
me habitan tus quejidos.
Pájaros desmayados sobre el helado alfeizar
de una estrecha ventana.
Hoy te regalaré
un pentagrama nuevo
para que tus palabras
dancen en allegros vivaces.
Hoy derribaré
el denso muro del silencio,
para que puedan entrar todos los pájaros
y con su canto
ahoguen tus lamentos.
Quizás mañana
ejecutaremos a dos manos
aquella sinfonía inacabada.

El granito
de las mentiras bendecidas
sepulta la osadía de las lenguas,
y las palabras siguen cautivas,

La trampa
de un muro de cristal
detiene los sueños
que nunca serán,
y en ambos lados
sólo deja crecer
pretenciosas flores de papel.

El frío de una casa vacía de ti,
congela el alma de las cosas
y empaña los espejos
donde ya no te miras.
El de unas manos
que al alisar los pliegues del diván,
respiran todavía tu olor
a hierbabuena
El de una mesa
sin el vino caliente de tus besos.
El frío de una jaula
que se quedó sin pájaro.
Y el frío de un andén.
donde, inútil centinela,
acecho tu regreso.

Del poemario : ” El Juego de la Oca”


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