Amparo Sanz Abenia
EL SEÑOR TAJO EN ARANJUEZ (Miradas de poeta)
Serpentea arando su cauce, es un orfebre que ensortija el verdor de sus aguas.
Entre palacios de piedras talladas y jardines de alfombras de musgo deja su huella de tiempo.
Esplendor de árboles, de ramas aéreas y terrestres frutos caídos; castañas amargas. Amargos amores, tal vez, de amantes clandestinos.
El Tajo, señor de los ríos, canturrea en su recorrido por los arrabales de Aranjuez.
La naturaleza nos brinda el arcoíris en su paleta extraordinaria, Aranjuez es un concierto entre bosques, que armonizan la fantasía de la humanidad.
Desde mi atalaya diviso coloridas rosas de pitiminí, jazmines de Jericó, orquídeas de las indias y un tapiz de madreselvas; la fragancia de las rosas rojas de terciopelo. Un universo de esencias místicas en el reino vegetal.
En otoño viste sus árboles de ocres, marrones y amarillos de miel. Enanos naranjos derriten las tardes en los senderos de los enamorados.
El señor Tajo charla en la tertulia del viento, escucha el latido firme de la tierra, la voz de las nubes en las alturas, que sentencian lluvia sobre los tilos de oriente.
El corazón del valle recoge trenzados jardines, que abrazan el magnífico Palacio Real y la Casa del Labrador.
Frondoso su paisaje despierta su gracia natural e invita al descanso de la mirada que pacifica la vida.
El señor Tajo embruja la realeza de la palabra y eleva a la creación divina la joya de su belleza.
Los abetos del Cáucaso: el arce moscón, el castaño de Indias, el ailanto; árbol de los dioses.
El servicial abedul camina con sus sombras en el jardín botánico.
La morera de China, el boj, el cedro, el almez del Mississippi, todos ellos dan colorido silvestre al despertar de la existencia.
El ciprés común comulga con sus obleas verdes. Aranjuez, mil sueños de amores entre tus jardines, pensamientos anidados en tus rincones de agua, agua de manantiales dedicados a Eros y Afrodita.
La naturaleza que alberga Aranjuez es indescriptible, un paraíso de creación humana, que no se rinde a las inclemencias que amenazan con sortilegios de cataclismos ambientales.
Las fuentes de Aranjuez; la isla, la del Parterre, la fuente del Príncipe, la de Isabel II.
Siempre se alzarán con sus aguas bendecidas por el señor Tajo, un río fértil para dar vida a los jardines de Aranjuez.
Amparo Sanz Abenia
Zaragoza a 19 de enero de 2023
Muy poético. Una visión distinta del Tajo
,que yo siempre relaciono con la Toledo de mi madre
Muchas gracias Lola por tu comentario. Un abrazo.
Elegante descripción.
Iremos a contemplar al señor Tajo.
Muchas gracias Belén por tu comentario. Un abrazo