(IMAN) Este 2018 se cumplen veinte años de la aparición de Libros del Innombrable. ¿Qué impulsa a un joven veinteañero a crear una editorial?

Soñaba con avestruces espaciales que de mi mano comían. Y soñaba con manos, ajenas a mi ser, que arrancaban las alas de avestruces. Mi vida es un enigma gratificante edificado sobre el martirologio y el silenciador jocoso de una arma de fuego. A mí lo que me extraña es que los veinteañeros se dediquen a cosas ajenas al mundo artístico, al literario o al éxtasis. La juventud será creativa o no será. Si hubiera existido mi editorial me hubiera ahorrado el esfuerzo de crearla.

(IMAN) ¿Cuáles dirías tú que fueron tus primeros hallazgos, tus primeras lecciones, tus primeras decepciones?

Lo primero si malo, dos veces primero. Y lo malo, si primero, no tan malo. Mi primer hallazgo, publicar libros que nadie había editado hasta la fecha y reeditar textos que llevaban ocultos varios años. Todas (las lecciones divinas, humanas y concomitantes me las dio Antonio Fernández Molina. Luego he escuchado con admiración a Fernando Arrabal, Federico González, Josep Soler, Mariano Esquillor, Francisco J. Uriz, José María de Montells, Antonio Chicharro… También desatendí a otros, en especial a los que me exponían, con obscenidad, lo que no quería que fuera mi editorial. A menudo por las noches me encuentro con los que se fueron y más me enseñaron, así renuevo a diario mis certezas.

Hay muchas liendres, pero todas con el mismo rostro.

(IMAN) En la labor de un editor, ¿qué dirías que es lo que más ha cambiado durante estos 4 lustros?

Hemos asistido a soflamas sobre cambios de formato, a predicadores que pronostican el apocalipsis y la asunción de un nuevo reino, a la incentivación de analfabetos funcionales que leerán (si es que lo hacen) para entretenerse (con letra grande) y a duras penas. Se ha perdido mucho tiempo en debates insustanciales y en guerras perdidas. Cualquier industria cultural posee casi los mismos problemas que una editorial puesto que  forman parte del mismo espectro. Lo que faltan son usuarios, en nuestro caso lectores. Lo que está en juego es la cultura, la capacidad de comprensión lectora; en definitiva podemos disipar la posibilidad de un futuro digno, la existencia de seres humanos, lúdicos y pensantes, al mismo tiempo y por el mismo precio (homo ludens, homo cogito). Lo demás es paja en el ojo ajeno. Y desmembramiento en la mano propia. Lo fundamental en una editorial es el catálogo. También el editor debe comprometerse con la creación de nuevos lectores (sin que eso suponga rebajar el nivel).

(IMAN) ¿Podrías darnos una breve lista de razones para ser editor en el XXI? ¿Y para dejar de serlo?

Las razones para producir libros, como en cualquier otra industria, no es otra que la de ganar dinero. Las razones para ser editor son un misterio. El amor por el conocimiento y los libros, tal vez. Pero el día en que ese misterio desaparezca y permanezcan cuatro «macroeditoriales» (o mejor productores de libros) y tres editoriales medianas, para paladares más exquisitos, esas firmas editoras marcarán los libros que se publiquen (que no serán precisamente tratados de filosofía), los precios y los canales de venta, y eso no mejorará en nada el mundo, se lo aseguro. No es buena idea dejar la cultura en manos de monopolios públicos o privados.

Basta perder la ilusión para dejar de ser editor… y autor.

A menudo, el cerdo al que le lanzan margaritas contempla la flor y no la mano.

Son precisas políticas para proteger la cultura (en su acepción más amplia). Y no me refiero solo a ayudas institucionales. Lo más importante es la educación, si se forman lectores las ayudas de apoyo sobran.

Y ya que me lo insinúa le responderé que sí, una existencia vivida de espaldas a la lectura es menos vida.

(IMAN) Pienso en alguno de los jóvenes autores que me consta que nos leen, ¿qué consejo o mantra les regalarías para animales a saltar al otro lado y pasar de escribir a editar?

Ninguno. Luego podrían pedirme daños y perjuicios. Una cosa es ser escritor y otra autor. Aunque no estaría de más que los autores conocieran mejor cómo funciona el sector editorial, el orbe del libro y los cambios que atraviesa. Eso al autor le haría más certero a la hora de ofrecer su obra al que pueda publicarla.

Tanto los autores como los editores, en líneas generales, deberían leer más. Un autor o editor que promueve el lema de apartarse de la lectura para que no influya en lo que se escribe o se publica es un fomentador de burricie que merecería una temporada en el infierno. En todo caso al joven lector, escritor o editor le recomiendo que no se quede en la superficie, que profundice, que se adentre en aguas cada vez más procelosas y complejas, que no pierda de vista a los clásicos. Que meriende y lance la ropa al mar, que es el morir.

(IMAN) Una pregunta tal vez absurda, ¿qué es para ti un libro?

Un objeto sibarítico. Dependiendo del contenido del mismo puede servirnos de puerta, de llave o de calzador para una mesa. Como objeto el mejor que conozco. Escuchar textos no es leer, una pantalla no es un libro.

(IMAN) De todos los libros que llevas trayendo al mundo, ¿cuáles son tus hijos predilectos?

Conócete a ti mismo. Ama y haz lo que quieras. ¿Quién puede elegir sin omitir?

(IMAN) Echando la vista atrás ¿cómo definirías el éxito o el fracaso editorial? Y, en consecuencia, ¿qué objetivos te imponen o te proponen los años de experiencia atesorada?

¿El éxito o el fracaso del proyecto o de su resultado comercial? En ambos casos el resultado supera a lo que espero, puesto que no espero nada. Podría quejarme, pero de nada sirve comer cestas y diseminar las setas por el parterre. Cada año sube y baja el caballito del carrusel. Mis objetivos siguen siendo los mismos. Y estos se manifiestan en mi catálogo. Sería muy largo enumerar mis conclusiones. Y no creo este sea el lugar adecuado.

(IMAN) ¿Qué autor o autores quisieras editar y no te es posible? ¿Hay algún “libro platónico” tras veinte años?

Si un libro que deseo publicar termina viendo la luz del amanecer en otra editorial me siento igual de satisfecho que si lo hiciera en la propia. Por supuesto hay muchos que quisiera incluir en mi catálogo. En algunos casos por la envergadura del proyecto, en otros porque ya fueron publicados en otras casas editoras, han quedado en el camino. El mundo entero debería leer las obras completas de Salvador Dalí. Y como no lo hace, así está el mundo.

(IMAN) Sobre el nombre de la editorial y su iconografía (ese bicéfalo acompañado del Sol y la Luna, que porta una escuadra y un compás, instrumentos simbólicos de la masonería) ¿qué nos podrías contar?

Nada porque es un secreto que solo detallo en mis intervenciones orales. En todo caso le diré que no es un bicéfalo cualquiera sino un «Rebis», que es algo un poco más complejo, relacionado con el hermetismo y la alquimia.

(IMAN) Para finalizar, además de agradecerte tu tiempo, ¿qué planes y proyectos tiene Libros del Innombrable en marcha? ¿Puedes adelantarnos títulos y presentaciones?

Los planes de Libros del Innombrable surgen de un año para otro revelados durante los sueños de las noches de Año Nuevo y el Día de Reyes. Ahora mismo, de forma más o menos inmediata, publicamos: en el árbol del dios doliente (con la e minúscula, 800 páginas y dos cedés con música del autor), de Josep Soler (una de las personalidades más interesantes de la cultura española de los últimos cincuenta años, si alguien no me cree que lo consulte en enciclopedias o páginas telemáticas), Las tetas de Tiresias, de Guillaume Apollinaire, Palabras sobre trazos y colores, de Alfonso López Gradolí, la segunda edición, corregida, de Gestas y opiniones del doctor Faustroll, de Alfred Jarry, Solo de trompeta, de Antonio Fernández Molina, considerada una gran novela de su época (y si alguien no me cree, de nuevo, que consulte nuestro volumen Hablando de A. F. Molina)… Hay una cultura oficial y otra cultura real, rara vez coinciden.

Por último, quisiera agradecer a la Asociación de Autores de Aragón que se interese por mi editorial, vida y circunstancias.

El tiempo pasa y los libros pesan. Paz y bien.

BIOGRAFÍA

Raúl Herrero: escritor, pintor, editor… (Zaragoza, 1973).

Ha publicado varios libros de poesía, entre ellos: Los puntos cardinales –cuatro poemarios– (El último Parnaso, 1996), la antología El mayor evento (Libros del Innombrable, 2000), Officium defunctorum (Colección Las patitas de la sombra, Madrid, 2005; 2ª edic. en bilingüe castellano-francés, traducido por Paola Masseau, Colección Isla remota de Poesía, editorial logos, Alicante, 2010, con el título Tiniebla original y junto al libro Origen de los meridianos del poeta canadiense Paul Bélanger), Los trenes salvajes, Sombra salamandra (Poesía supersónica) y Te mataré mientras vivas y otros poemas (Pregunta ediciones, 2017).

Además Raúl Herrero es autor del libro de relatos Así se cuece a un hombrem(2001) con dibujos de Fernando S.M. Félez y prólogo de María Paz Moreno y del ensayo-dietario El Éxtasis (2002). En el año 2018 la editorial Limbo Errante publicó su novela Rascayú, con prefacio de Fernando Arrabal.

Como antólogo ha realizado Antología de poesía postista (1998), Cuentos de Navidad (1998), Cuentos insólitos de la literatura española (2001), Orfeo errante (2008), antología poética de Antonio Fernández Molina), La luz escondida –Una poética de los ángeles-, (2010, en colaboración con José Antonio Conde), Arrabal 80 – antología de textos sobre la obra y figura de Fernando Arrabal con motivo de su 80 cumpleaños- (2012), Breve Antología Poética de Antonio Fernández Molina -prólogo y selección de textos- (Editorial 4 de agosto, Logroño, 2013), Credo quia confusum (Poesía reunida de Fernando Arrabal) (Huerga & Fierro, 2016), etc. También ha prologado obras de Fernando Arrabal, Josep Soler, José María de Montells, Mariano Esquillor, Antonio Fernández Molina, etc. Se ha traducido su obra al inglés, italiano, danés, francés, islandés y búlgaro.

Fue director y fundador de la colección de poesía El último Parnaso (1993-1998).

Secretario de redacción de la revista de creación y pensamiento Almunia, dirigida por Antonio Fernández Molina y Alejandro J. Ratia, así como fundador y miembro del consejo de redacción de las revistas El pelo de la rana y El perro blanco.

Ha publicado colaboraciones en prensa y revistas literarias como Heraldo de Aragón, Barcarola, Turia, Quimera, L’Atelier du roman (París), etc.

En el año 2012 participó como actor en el largometraje La vida en una pecera dirigido por Rubén Alonso.

Como autor dramático ha publicado El hombre elefante [declarada de Interés en la lucha contra la Discriminacion, el Racismo y la Xenofobia, por el INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, el Racismo y la Xenofobia que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Presidencia de la Nación en Argentina), pieza estrenada en Buenos Aires (Argentina) el 8 de mayo de 2010 en el teatro IFT por la compañía teatral de Marcelo Roitman], El indómito y extraño caso de Gregoria (2007), La matanza de los inocentes (en la revista Criaturas Saturnianas nº 8, 1º semestre 2008), Cervantes de perfil o la venta de los milagros (2012) y El despachito(2012).

Muestra su obra plástica en exposiciones colectivas e individuales.

Participa en la exposición colectiva Paris l’vanguardia Arrabal espace (VILLA SAN CARLO BORROMEO. PARIGI, L'AVANGUARDIA ARRABAL ESPACE. Fundación de cultura internacional Armando Verdiglione. Universitá internazionale del secondo rinascimento. Senago. Milán. Italia. 30 Mayo al 23 Septiembre 1999) en Milán, junto a obras de Picasso, Dalí, Saura, Pollock, Fernández-Molina, Warholl, Antonio Beneyto y otros artistas en la exposición homenaje a Fernando Arrabal.

Sobre Raúl Herrero en internet:

http://www.librosdelinnombrable.com/

http://librosdelinnombrable.blogspot.com.es/

http://raulherrero.blogspot.com.es/


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