Después de haber estudiado en las Academias de Arte de Dresden y Berlín, se traslada a París en 1913 entrando en contacto con las vanguardias, el cubismo y el futurismo y, posteriormente, del expresionismo, muy presente entre los jóvenes artistas alemanes de la época.
Al estallar la Primera Guerra Mundial, Grosz se alista en la infantería del ejército alemán. Licenciado en 1916 se consagra a la pintura, reflejando el horror de la guerra y el desplome moral que siguió a la derrota. Se adhirió al movimiento Dada en 1920 y posteriormente al partido comunista.