Gonzalo Márquez Cristo
Bogotá, 1963-2016. Autor de los poemarios: Apocalipsis de la rosa (1988), La palabra liberada (2001), Oscuro Nacimiento (2005) y La morada fugitiva (2013). Un libro de cuentos: El Tempestario y otros relatos (1998); la novela Ritual de títeres (1992); Grandes entrevistas de Común Presencia (2010) y Las muertes inconclusas (Premio Internacional de Ensayo Maurice Blanchot, 2015). Realizó la selección y el prólogo de El libro de la Tierra – Antología Mayor (2014), gran homenaje a nuestro planeta que contiene textos de 101 autores. En 1989 fundó, junto con la poeta Amparo Osorio, la revista Común Presencia. Ambos crearon en 2001 la Colección Internacional de Literatura Los Conjurados, distribuida en Puerto Rico, Venezuela, Ecuador, Perú y Colombia. Dirigió el programa televisivo Letra Viva. Fue Director del Día Mundial de la Poesía (versión Colombia) instituido por la Unesco. En 2007 fundó, igualmente con la poeta Amparo Osorio, el periódico virtual Con-Fabulación, reconocido con el Apoyo a Mejor Medio Virtual (Ministerio de cultura 2011 y 2012). Fue uno de los escritores más destacados de la literatura colombiana y su obra mereció generosos comentarios de importantes poetas y filósofos de prestigio universal.
EL RETORNO DE LA VOZ
La sed es nuestra herencia
Edmond Jabès
La muerte me entregó a su gemelo.
Alguien escapó en mi sangre…
Me ejercité en la derrota para dejar de estar solo, para fundar un ardor
esencial.
Supe de prisiones errantes, del deseo a la deriva. Fui despojado de mi nombre.
Como un alud el tiempo venía hacia nosotros y el durmiente transportaba a
sus náufragos.
Esperamos un sosiego cruel que nos habían prometido.
Conocí desde niño todo lo que el sol esconde y me propuse recoger la cosecha
antes de la siembra, hasta que el miedo trajo a sus dioses.
Sé que la semilla renunciará a germinar.
Que los pájaros oscurecerán el cielo.
Que hay una desdicha que se canta.
Corrí enceguecido. Traicioné a la esperanza y en nombre del abismo a veces
fui feliz.
Al amanecer aprendí la lección del silencio.
Pero todavía espero la única pregunta que hace nacer.
OFICIO DE OLVIDO
Una mujer se besa en el espejo, se oculta con su alma, el agua es su soledad.
Un niño escondido en un armario intenta morir.
Las lágrimas de un hombre caen en su taza de café.
Una adolescente con el índice detiene la manecilla del reloj y se estremece.
En el viento hay un mensaje que no comprenderemos.
Tu sombra se rebela.
Nos preparamos para huir de todo lo que amamos.
Quien no parta será olvidado.
El viento dialoga con el fuego.
Espero mi voz.
Viajar también es lo contrario a la muerte.
Mientras la semilla engañe al pájaro no estaremos perdidos.
Nos amaremos en otros rostros.
Nadie se oculta en la memoria.
¿Vendrá alguien a enterrar nuestros nombres?