IVAN_LANDZHEV Revista Imán

Iván Lándzhev (Sofia, 1986) es poeta, guionista y publicista. Licenciado en Filosofía y Culturología por la Universidad “San Clemente de Ojrid” de Sofia, donde se ha doctorado y enseña Literatura Rusa. Ha publicado Poética de la superación de uno mismo. Estrategias narrativas en el tardío León Tolstói (2017). Es autor de los poemarios Por culpa de Bobby Fisher (2010), Nosotros según la buhardilla (2014, traducido al alemán) y Tú, noticia incesante (2019). Escribe también guiones para telenovelas búlgaras como Bajo tapadera, distribuido por todo el mundo. Participa en festivales poéticos internacionales, lecturas y conferencias científicas en Europa o los EE.UU. Galardonado con los premios de poesía “Veselín Jánchev” (2009), “Primavera de sur” por debut (2011) y “Memoria” en el nombre de Georgi Rúpchev (2014). Sus versos y estudios sobre la literatura han sido publicados en inglés, alemán, ruso, italiano, japonés, esloveno, etc. Se pueden leer sus textos en su blog http://landzhev.blogspot.com/.

 

 

EL MOTIVO

En ese preciso instante el director de orquesta estornudó.

Su batuta echó a volar,
hizo una parábola maravillosa
y golpeó uno de los reflectores.
La chispa fue breve pero suficiente.
La cortina se estremeció y se prendió fuego,
el do menor sostenido enmudeció,
la orquesta dejó de interesarse por sus instrumentos,
el público abandonó las butacas más caras.

Estalló un incendio en medio de la escena.
En medio del incendio se sucedieron las escenas.

Las primeras víctimas cayeron frente a la salida,
pisoteadas por las segundas.
“Habrá despidos”,
lloriqueando
pensó
el director de orquesta.

Y
mientras la pared principal se agrietaba,
agrietaba,
agrietaba
con un estruendo,
en el segundo palco el crítico que hay en mí
no cesó de aplaudir

 

 

***

 

¡Qué!, ¡no lo negamos!,
contigo ambos estamos privados de posibilidades
como aquellas piedrecitas en la orilla que se ven
las primeras y por eso no permanecen allí largo tiempo.
Habrá quien las recogerá, las hurtará del suelo:
el niño curioso las meterá en su bolsillo
o el agua que lo sabe todo las arrastrará abajo,
porque así debe ser.
Nos pagaremos para la felicidad que nos distingue.
Bajo el sol siberiano somos demasiado descarados.

¡Y qué, no lo negamos!,
nuestra inclinación natural a la decadencia
es más bella que el buen principio en nosotros.
Quiero decir que todo está en orden —¡que la culpa
sea nuestro hospedaje!—
El lago más profundo hoy se halla abierto. Así que
toma mi mano huesuda y ten la bondad de venir conmigo
a la fresca habitación del fondo.
Cerca de los anfípodos, abajo entreveremos también aquello,
el buen principio en nosotros.

 

 

PENSAMIENTOS EN UNA ESTACIÓN ÁRIDA

Hay tal envejecimiento además:
la experiencia se reduce con los años.
La vista se aclara, pero no con sabiduría,
sino con ignorancia,
limpia como un escaparate.
Respetabilidad es una palabra arbitraria
de un diccionario nunca abierto.
No se puede decir lo mismo de tu andar.

En resumen, se puede decir poco.
La espalda está visiblemente doblada
pero es así desde hace mucho tiempo. No es de ahora y
no por un lastre, en algún momento
has decidido obrar más prácticamente.
Nadie te acusa.

Tú poseías un automóvil.
Eras un lector de la prensa matinal
y no eras un melómano.
Hoy tienes exactamente tres historias
pero siempre relatas esa
sobre los rusos borrachos.
Nunca has olvidado votar.
Cada vez más ocasionalmente reconoces a tu hija.
Lees el mismo libro
sobre medicina tradicional,
tratas de desenredar
lo inevitable.
Y nadie te acusa.

Pero la muerte esta semana
es tu problema más pequeño…
Sí, te va a visitar:
como cualquier otra cosa,
que no te cambió.
Pero es que antes de que ella venga,
te va a acariciar la cabeza
un pensamiento mucho más terrible:

parece que tú no tienes
ninguna excusa.


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