LETANÍA DEL IMPERFECTO DE MIGUEL LABORDETA
(Versión de Fran Picón)
En el abandono de mí mismo
habito el centro del asfalto,
a las doce en punto,
a todas las doce en punto de todos los días;
no hay más misterio que el de un olvido
que sabe a desesperanza en la planta de los pies,
el ansia antigua de una sed que avanza impertérrita,
de unos pasos lentos hacia lo impenetrable,
de una soledad que se hace herida en cada gota de lluvia.
Derramo fragmentos de mi corazón
en el cráter de la huida de un tiempo que nunca fue nuestro,
“debo irme”, renegar de mi propio miedo,
del espanto de un reflejo en los cristales rotos de la rutina.
En la muerte inevitable de la Aurora,
en el instante efímero de la deserción de la luz,
bucearé en el misterio de la penumbra
hasta ahogar mi soledad en el último resquicio del sueño.
Fran Picón