lúcido, gozoso y poblado
a través del largo solsticio del consuelo
van y vienen y van
los sucesos las olas los peces de tu alma
es mi alivio
tan dulce como el tuyo ante el ocaso?
sientes ser tú
donde somos
ambos?
del nacimiento
la lágrima se olvida
mas permanece intacta
la risa infantil
fogata en la que se aviva
en suma el vivir más pleno
del tiempo de gatos y delfines
nos iremos un día
en cualquiera de sus momentos
y qué habremos hecho?
vivir amar?
qué podríamos pretender
más universal
que un corto instante
sin memoria?
qué calma cuando todo pasa
quizá volver sea
un luego
sin dónde
en las cenizas del parto
sonreír quedamente nos vamos
hacia la penumbra que se agranda
con nuestra insignificancia
haber sido una potencia
quizá haber amado
hasta los límites de la vida
jamás olvido
mientras nuestro abrazo
sea siempre aurora
Ricardo Díez