OFERTORIO
(Número desnudo)
Sin ti, sin una lágrima
que llore por el tiempo destruido.
Sin ti, sin nadie, porque nace, porque muere,
porque se tiene miedo a la noche sin fondo,
la posibilidad que se estremece
de ser algo y, también,
de ser alguien diferente:
antes de lo previsto,
antes de lo imaginado.
Hasta que se pierde o se vive
y se cree en lo que está ausente
o no existe: como la poesía
sin tiempo o el tiempo sin poesía
o la amistad sin un amigo
o el amor sin una compañía;
ni siquiera la cercanía de una madre
que nos mira de lejos
cuando el mar se aproxima
a una vida que no es eterna,
pero nos deslumbra en la orilla.
¿Por qué reniegan uno del otro?
¿Cuál es la razón por la que se desdicen,
se distancian y se disuelven?
Uno en el otro. Los dos en uno,
sin ti, sin nadie ante el vacío,
tras años de luz y de insomnio,
como una penumbra se siente
este sueño sin tormenta;
el silencio ante un espejo,
con una voz inconsolable
ante lo que permanece y llega;
y porque comprende, ya no más dice.
© Kepa Murua