Un pececillo de agua dulce
Si el amor es el mar salado,
un pececillo de río, es el rapsoda despechado;
nadando encerrado, en cristalino buétago,
e inmerso a la deriva, en el pacífico piélago;
que con el vibrante ritmo, de su verso mal rimado,
el cristal de su pecera, intenta ver quebrado.
Un regalo para ti: la Libertad
Mañana el Sol se asomará a tu ventana,
si busca curioso entre tus sábanas, permítele.
Mañana el Sol te susurrará sin palabras:
– Despiértate.
No le muestres tu mirada, pero contéstale.
Mañana el Sol te llamará por tu nombre:
– …..
Levántate.
No temas por la cera de tus alas, y en toda tu blancura, despliégate.
Mañana el Sol tocará en tu ventana, ábrele;
y un ejército de infantes dorados, se arrodillará ante ti.
Mañana el Sol entrará en tu casa, y te dirá:
– Mírame.
No le ofrezcas tus ojos, pero mírale.
Mañana el Sol acariciará tus alas, y te preguntará:
– ¿Por qué?
No le tengas miedo, y eso que nadie sabe, cuéntale.
Mañana el Sol te tenderá su mano, y traerá un regalo para ti,
y con sus rayos de fuego, purificará en Mundo hasta el otro confín.
Mañana el Sol se levantará aún más temprano, y lo habrá hecho por ti,
y pronto tus pies y tus alas te llevarán, allá donde quieras ir.
Mañana el Sol entrará por tu ventana.
¡Despiértate!
Phineas Theron (22 de abril de 2020, durante el confinamiento)