María Martín
POÉTICA DE LA SUSTRACCIÓN
No enciendas la luz mientras escribo
porque se van las sombras,
sin ellas, no puedo presionar
la herida que sangra,
ni el dolor que aflora
de su herrumbre.
Baja las persianas para que surja
mi ausencia en el espejo,
para que la luz no abrase el reflejo
de aquella niña que duerme
sobre un nido de metáforas.
No enciendas la luz mientras escribo
para que pueda erosionar el lenguaje
desde las sombras.
En las ruinas de la noche
Despierto antes que la ciudad.
Huella dormida
en el fondo de la noche,
misterio de sombras
bajo la arquitectura
del silencio.
Vago por sus calles,
busco la memoria
de animales fosilizados
bajo el asfalto,
raíces exhumadas
que revelan la penumbra
de los cuerpos arropados
por sus propias ruinas.