NO PUDE ALIVIARTE

La  danza de las aspas

esparce polvo de arcilla

en el horno crematorio

de las noches de verano.

Me atrevo a desnudarme.

No hay torno ni manos de alfarero

que puedan modelarme

en ánfora de agua fresca

que alcance y sosiegue

tu sueño imposible y lejano.

 

HORAS TEMPRANAS

En las horas tempranas

se renueva el viaje de mi sangre.

con el mentolado rocío

entre el despertar

de los seres diminutos.

Llega la calima,

y en mi encierro involuntario,

limpio la pátina de tristeza

de palabras antiguas

que vienen a salvarme

de la verdad disfrazada

de los nuevos mesías.

 

 

En esta mañana de tregua

de calor sofocante,

en este apacible paseo,

vuelvo a reconciliarme

con la esencia primigenia

de un principio acunado

por el murmullo del río

y el temblor de las hojas.

Pero este privilegio que el azar

me ha concedido,

se empaña con la negrura

del presente de ojos femeninos

que no pueden leer,

bocas que no pueden cantar,

brazos y cuerpos que no pueden

danzar ni desear,

encerrados en sus burkas

de silencio.

No hay tregua en la mente

de sus ciegos carceleros.

 

 

 

A JOSEF K

DE LENI

Quise ser antorcha

y difuminar la niebla de angustia

que envolvió tu vida.

vida aplastada por la ley

sin ley de de funcionarios

inútiles y corruptos.

No pudiste defenderte

de la “Nada” que inundó

tu proceso inexplicable.

Deambulaste por corredores

sin luz, y en silencio,

te disolviste en la “Nada”


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