1 POETA vs 1000 POLICÍAS
Mil es multitud de ceros,
ópera de números sutiles
que encañona con su mano de azufre
el cementerio.
Una palabra
es suficiente para masticarte con desprecio.
El Escarabajo echa a rodar su mierda por el mundo.
Nadie se atreve a detener su avance de cuchilla,
subterráneo vómito que maquilla las ciudades,
se alimenta de códigos en blanco,
pequeñas complicidades y abusos.
Tu Madre no tiene la culpa de que seas un puerco.
Hijo legítimo de la pobreza,
arrojado al frente a morir cobarde.
Bisnieto del fascismo.
Carne de puerco los domingos de catedral
y paseo con la familia.
Mala hierba, sarna, Caín innumerable,
sobrepoblado.
Tú,
la cosa más triste entre la sangre,
despreciable flor carnívora
que camina ciega por la noche sin tesoro,
estás acorralado, como nosotros
y lo sabes,
no eres más que una vulgar presa
asalariada, jodida,
buscando quién sabe qué rosa bocarriba,
quién sabe qué placer sordomudo
para tus manos asesinas.
Tu Padre no tiene la culpa
de que seas un desperdicio de su semen.
Pasas la vida llenando el tanque,
vaciándolo,
recorriendo los barrios invisibles,
y cuando te toca romperte
contra la pared de un verdadero riesgo,
sacas a relucir tu piel de rebaño y lágrima,
recuerdas que eres humano
y se abre tu corazón
en las raíces del fuego y los perfiles desangrados.
Ah poeta,
pájaro acribillado en mitad del canto,
vas perdiendo la partida.
EN MEMORIA DE CHARLES MANSON
Músico, Sociópata y Reo
Dime, en una palabra, ¿Quién eres?
Soy nadie.
Te recordarán como el asesino,
aborrecible estrella pop.
Nunca estarás en el salón fama de los blancos,
pero harás dinero y gloria
igual que los muertos célebres.
Charles Manson,
Señor del inframundo,
tu conciencia ya es
pájaro de fuego.
No comprenderemos nunca
la marca en tu frente:
esa patada de caballo negro.
Antes que pan
pedías una guitarra,
para cantar tu muerte a solas.
Tus amigos eran otros reos
que conociste cuando joven
en comunas hippie.
Charles Manson,
el mundo no estaba preparado
para tu obra radical.
Ya nadie puede tocarte
ni molestar con su ruido
tu sueño de niña del infierno.
El ácido de la videncia
te hunde ahora en el misterio.
Charles Bastardo Manson,
oficiante del ritual de sacrificios,
heme aquí ante tu ausencia
limpiando mis oídos
con tu canción de inédita cárcel,
donde hablabas a gritos
con diez mil ángeles.
Antes de ti ya había criminales,
de Jerusalén a California,
buscándose la vida
en este juego sucio.
¿Qué hubiera sido
si tu cuna no fuera
nido de serpientes,
y tu patria,
primavera atómica?
¿Y qué,
si tu inteligencia ardiera
en el traje de la CIA
o en el Partido Republicano?
¿Qué sitio ocuparías hoy, Charles,
acaso, junto a Nixon o Kennedy
o al lado del más hermoso Walt Whitman?
Pero, oh maldito holgazán, granuja,
habías nacido para estrangular gaviotas
y orinarte en la estatua de la libertad.
No hubieras durado en este nuevo mundo,
te habrías suicidado de aburrimiento.
Los niños que te seguían
hoy son voluntarios en campañas pro vida
o son los muertos que te buscan en el paisaje ocre
o los que te entierran diciendo:
-Murió el Grano en el Culo del Sistema.
Pero tu muerte ya era páramo de luces,
tu muerte había ocurrido años atrás,
en el momento en que planeabas
el ataque a la casa de Roman Polanski
o cuando tu madre llegaba ebria
y hervía El Odio en tu corazón,
en la estufa, en el cartucho.
Aunque no quieran ver
tu rostro bendito y lacerado,
han de saber que tu música,
oh Charles,
está por encima de tu pecado
y de cualquier censura.
Tu voz es una trampa
en la que caigo
como el adicto al pozo.
Tierno cuchillo en la madrugada,
te absuelvo,
de este mundo de espejos putrefactos.
MILLENIALS
Cuerpos celestes que pueblan el firmamento.
Indocumentados detenidos por agentes de la patrulla
del fin del mundo.
Esta generación también se asume
calles abajo, 25 años clandestinos,
luego se identifica trágica situación,
tener un empleo y renunciar a él,
querer comprar una existencia sin virtudes
con conexión wifi.
Aquí radica la diferencia, no es una hipérbole,
el Teatro o Peter Pan y el matrimonio.
Yo he ido luego presenciando
una VIOLENCIA
contra la VERDAD.
El diagnóstico es:
Muerte,
Incertidumbre,
volver a nacer
atrapados en medio del miedo.
VIII*
Hoy llegó la sombra más oscura
y se posó en la barra, sin rostro.
Venía de una calle sin estrellas,
ciega
como los animales submarinos.
Ladró,
su voz era un hacha en reposo,
Hizo preguntas
que no tardaron en caer
al fondo del espejo,
sílabas de odio cortés.
Se incorporó,
era del tamaño de cualquier fobia.
En alta claridad sobreviviente,
seguimos nuestra vida de silencio
mientras la sombra se va,
(se queda)
chorreando por las escaleras
el germen de nuestra desdicha.
X*
Mi padre nunca me llevó
a conocer el hielo,
puso en mi sangre
la sed voraz de los abismos
y se alejó volviendo
como la espuma cada tanto,
viejo y azul.
A los cinco años hurté su brandy
mientras dormía
y supe -con el gusto y el cerebro-
que su lugar era el retrete.
Mi padre es una tumba
que orina sangre y canta
el dolor añejo de los boleros.
A mis espaldas
se cierran las puertas del bar
como si se tratara
del funeral vacío y bochornoso
de un desconocido.
Cada quien su motivo
para ser devorado por la luna.
*Poemas de Lecciones de Bar (Inédito)
BIOGRAFÍA
Alfredo Garcidueñas (Noviembre de 1992). Escritor y músico. Nació en Morelia, Michoacán. Más que amor, siente una devoción extrema por la poesía, el fútbol y la contracultura. Es egresado de la carrera en Lengua y Literaturas Hispánicas de la U.M.S.N.H. No tiene obra publicada (está en proceso), salvo un par de textos dispersos en revistas. En 2014 obtuvo el 1er lugar en la categoría de poesía, en el “Primer Concurso de Poesía, Cuento y Ensayo” de su Facultad con un poemario sin título. En 2017 fue becario del Festival Cultural Interfaz del ISSSTE en San Luis Potosí. Espera vivir hasta los días en que el capitalismo caiga.