EL HOMBRE CON CUALIDADES
Empezó por demostrar que el carácter era uno de sus rasgos típicos.
El otro era la personalidad creadora. Goethe había dicho:
“la baja calidad de la literatura de esta época
radica en que no hay escritores con suficiente personalidad”.
El hallaría la forma de encontrar o abrirse camino.
Los salvajes lo persiguieron con sus talismanes. Los jíbaros esgrimían postales
de sus reducciones. Los falsos ingenuos facilitaban el camino.
Le cortaron las vías de acceso a la civilización.
Le condenaron al tam-tam de los tambores. Anduvo perdido
pero nunca perdió la conciencia y así el sufrimiento era mayor.
Acusó recibo. Nadie se le enfrentó directamente pero los alfileres
se clavaban en su figura. Maffia negra. Maffia negra.
No estaba dispuesto a claudicar. Si había que morir lo haría peleando.
Preferible a entregarse dócilmente. No era su naturaleza.
Si la sangre tenía que correr haría algunos tajos antes del corte profundo.
Tampoco quería ser guerrero. Lo llevaron a ello. Había que defenderse.
Quería hacer dos o tres cosas antes de desaparecer en ese humo
del olvido. Lo peor era que no lo dejaran hablar, que le impusieran
el silencio. Proclamándose devotos libertarios tapiaban la palabra
del que discrepaba con ellos. Fueron los tiempos de la “heroica democracia”.
Con la roca en su espalda seguía subiendo la montaña.
Se abriría camino contra todo enemigo. Cuando era joven quiso ser él mismo,
Hacer cosas, actuar, crear con personalidad. El hombre equivocado
en el espacio equivocado. Pero carácter y personalidad, dijo Goethe
y él sabía que nadie le quitaría esas cualidades.
de Yo mismo soy un extraño aquí.
SESGO
Si vamos hacia algo
de pronto, una movida equivocada
nos desvía y no llegamos
quizás una señal mal interpretada
por cuestión de lenguaje o confusión
y hasta por miopía
escuchamos la palabra que debería dirigirnos
hacia donde queremos ir
pero el imperfecto oído nos traiciona
y una letra nos cambia el rumbo
saltamos prolijamente todos los obstáculos
y un roce leve no calculado
nos desbarranca
una idea nos deslumbra
pero al intentar describirla se desvanece
un lugar al que no fuimos
un viaje decidido a último momento
en este juego de piezas sueltas
que suben, bajan, a izquierda, a derecha, se mueven
aun cuando, en el mejor de los casos
se sepa adónde queremos ir
sin saber si llegaremos
qué decir de los que vagan
sin rumbo fijo
si en cada instante intentamos trazar
una figura fugitiva que nos desvía
viviendo al sesgo
y vemos un camino derecho
de piadosas actitudes transformadas
en sacrificios humanos
heroicos actos de salvataje
que acaban en destrucción.
Tenemos un sueño y no sabemos
si es nuestro sueño
o el que nos obligaron a soñar
y creemos nuestro.
La carretera está sembrada
de caminos laterales
que nunca recorreremos
y escribo una línea que no es mi línea
deseo para sentir el miedo
estamos yendo hacia algo
pero habrá una movida equivocada
y no llegaremos.
De Cámara profunda.
ESCENA DE PÁJAROS
Pájaros revolotean. Dan vueltas alrededor de mi cabeza
como alrededor de un campanario. Se detienen en torno
a vigilar los movimientos. Nada les será ajeno, nada será extraño
para ellos, ¿qué efecto producen sus alas girando sobre la torre?
¿qué efecto los sonidos que producen en el silencio de la altura?
El más leve susurro los espanta, el murmullo de mi corazón
puede hacerlos volar. Una mano quieta como una montaña
se detiene en el gesto. Los pájaros, leves como un sismógrafo
presienten los movimientos. Si el cerebro busca una respuesta
ya no estarán allí. Si la obsesión te cierra su trampa
vuelan lejos. Sólo si te detienes como una máquina gastada,
si evitas el roce de las sombras, si entras en parálisis,
girarán en torno, te acompañarán. Solitario como una rosa en el desierto,
como el relámpago, como una moneda en el abismo
has sentido sobre ti el enorme peso del cielo sin color
sin sonido, sin movimiento. Cayendo como un guijarro en la ladera
sin fondo hacia un final que vendrá envuelto en el tiempo,
dejándote caer como un animal vencido, las alas rozan
tu pensamiento, el graznido se parece a la voz humana,
los picos crujen como ejes sólidos, la rueda da vueltas
en el espacio, la mente sigue el giro de los pájaros,
vuela con ellos en la confusión íntima, el corazón cruje
como la madera reseca, formas parte del paisaje
que te rodea. Dócil como el campanario en la torre
vuelas en torno débilmente, árido y pequeño como yo.
de Cámara profunda
Bastante malito este poetastro. Este «poeta» es el mismo de un «poema», cuyo título es: POEMA PARA SEÑALAR LA PESADUMBRE DE UN TORO QUE FUE CORNEADO POR SU PROPIA VACA…. Y cuyo último verso «magistral» es: QUÉ TRISTEZA EN TU PIPI… y aún así le llaman maestro, y lo destacan en la poesía colombiana…definitivamente éste es el Mundo al revés.
Como en el tango, el mundo es un cambalache. Lo mismo un burro que un gran profesor. Se equivoca de autor y ataca al autor de los textos, el poeta uruguayo Alvaro Miranda BURANELLI, como claramente se expresa arriba, confundiéndolo con el poeta COLOMBIANO Álvaro Miranda HERNÁNDEZ, como queda claro por el poema al que refiere y la mención de “poesía colombiana”.
Si se hubiera tomado el trabajo de atender quizás hubiera podido entender. Por supuesto, la poesía no es para cualquiera.