Alex Regueiro

He aceptado mis miedos.
No me rendiré jamás
mientras tenga amor,
mientras tenga vida.

Mientras haya primavera,
flores,
lluvia,
y un camino por andar.

No me rendiré jamás,
mientras haya ríos, mares,
amaneceres que den paso a un bello día
y un refugio de amistad.

No me rendiré jamás,
mientras que a la lluvia le siga el arcoíris,
a la tormenta, la paz
y exista una montaña que escalar.

Recuerdo…

Nos recuerdo en una habitación,
bailando sin música,
siguiendo el compás del silencio
roto por la balada de tu respiración y mi aliento.

Volamos alto, viajamos lejos.
Enredamos los cuerpos, vivimos futuros,
tiñendo de besos la lluvia.
Éramos la furia loca de la cordura.

Éramos la primavera desperezándose
en un mundo invernal, la ebullición de la vida.
Nos recuerdo encerrados en ese cuarto
encendiendo las velas de una efusiva fogosidad.

Arrebatos, exaltados en las noches de deseo,
que nacido entre ansias nos imbuía.
Las palabras eran nuestras, se escondían
bajo las mantas, entre las sabanas.