ROSEN DRÚMEV Revista Imán

Rosen Drúmev (Burgás, 1958) es poeta y periodista. Trabaja como redactor en la revista de literatura More*. Ha publicado los poemarios Tiempo duro (1990), Cascajos (1994), Aluviones (1999), Comida de pobres (2003), Viaje a través del recuerdo (2008), Armada. Poesías escogidas (2012) y Partes de reserva (para un poema de nobel) (2016). Ha recibido el Gran Premio del Concurso Nacional de Poesía “Jristo Fótev” (2000) y del “Pegaso de oro” (2012, para obra íntegra y aportación al desarrollo de la cultura nacional y de Burgás). Ha sido miembro del jurado del Premio Nacional de Poesía “Jristo Fótev” y de los premios literarios del Ayuntamiento de Burgás. Rosen Drúmev dirige la Comunidad Escritora de Burgás desde 2018.
*Mar

 

ALUVIONES XII

Multitud de tiempos diferentes
en el presente de este instante
en que soy inmortal
y muero

La unidad es siempre en singular
pero yo soy un cero Un cero superpoblado de mundos
que se despliega para la vida Mis tímpanos
van a reventar por el ruido en la galaxia y un
Cometa Halley se dirige directamente a mi corazón
Por eso voy a mudarme un poco más al sur

Si me esfuerzo aún más
oigo claramente los sonidos de una música nocturna
Como si Mozart hubiera llegado a Viena

Seguramente es bueno crear música
en vez de sostener sistemas solares
velar por la rotación de los planetas
y concentrar la atención para que no desaparezca uno en este instante
en que la música me adormece
con el fluir tranquilo de la Vía Láctea

y si no hubiera sido dotado del don de inventar
podría haber olvidado para siempre

 

 

ALUVIONES XV

A la memoria de Yanaki

murió mi amigo
un poeta silencioso
del despuntar del alba y las flores
del sol y el girasol
de los ojos de niño en medio del milagro de la vida

no pudo dormir durante noches enteras
desasosegado por la incomprensión de palabras toscas
salía de casa temprano y a veces

me despertaba para acordarme
que todavía existe una esperanza
que todavía existe una esperanza para el hombre
allende los pedazos de odio apilados
allende los pasillos pulidos del poder
todavía una esperanza
en lo más profundo del ojo despierto
de la mirada interna

murió justo hoy hace un año
en este día (4 de septiembre de 1999) en el que
los culpables en todo caso no entendieron cuán
culpables eran
a pesar de que repetían hasta el agotamiento
hasta vomitar toda su esencia
“oh qué culpables somos
qué culpables somos”…

así también hoy
de nuevo los he visto en su dolor
con ojos pantanosos hinchados de lágrimas
con diestras musculosas que pesan
del incesante santiguarse
con el nombre del dios en las bocas —un bocado—

no quiero juzgar a nadie solo quiero recordar
que toda muerte ajena evoca la propia muerte
y si después queda algo por vivir

sobre aquello dios y los ángeles
detentan poder

 

 

 

***

 

… y heme aquí— sujeto al pasado
del mundo en el día en el que aquel hijo
de Peleo arrastra el cuerpo de Héctor (muerto) Y se afligen
Príamо Hécuba Andrómaсa (y otros) Pero a Aquiles le da
lo mismo Es verdad que mañana las olas (y él lo sabe)
del tiempo van a borrar la crueldad
y para la gloria solo quedará el heroísmo
echado junto a la costa pero igual de vivo y bello que
Brad Pitt y Angelina Jolie conjuntamente
y más deseado que Angelina (al menos eso pienso)
Pero los caballos de Aquiles —los inmortales— sufren todavía
por Patroclo como en el poema de Cavafis
—un poeta homosexual nacido en Alejandría El hombre
incluso los implicó en sus interminables simplezas

Aquí —por la horrible desgracia de la muerte
y por tener clavada la vista largamente— mis ojos se nublaron


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