María Molina
TÍZNAME
Tízname el corazón
si se me queda blanco
con la pálida luz de tu cordura.
Tízname el corazón
si se endurece
con el blando carbón de tu ternura.
Déjalo que se queme,
que se duerma,
que apacigüe mi carne
si se agita.
Tízname el corazón
aunque se ensucie,
y búscame ese río
donde lavar la vida.
“Después del silencio”( La Fragua del Trovador)
María Molina