Antonio P. Argudo AbadAYER SOÑÉ… QUE SOÑABAS

Poema donde se reflejan los miedos a perder ese amor que nos embelesa, el que nos cautiva y hace que brillen los sueños que continuamente tenemos. Esos miedos que nos acompañan adheridos a nuestro lado, que nos muerden, y son los que todos llevamos en nuestra mente y muy adentro del corazón.

Ayer soñé… que soñabas conmigo…

soñé que me querías,

pero no fue un sueño de amor,

ayer soñé… que soñabas

desde dentro de tu resplandor.

Ayer desperté, sin dejar de estar dormido

y cuando pude darme cuenta,

tu amor no estaba conmigo…

volaba por la mies de los campos

en pos de felicidad dormida.

Ayer soñé… que soñabas conmigo…

Soñé que te perdía

por ese campo de olvidos…

Pero no fue un sueño de amor,

soñé que abandonabas el nido.

Desde entonces no quiero dormir

por si me hieren los sueños…

por si sueño que tus pasos

se apartan de mi felicidad contigo.

Odio cerrar los ojos…

por si me quedo dormido…

por si al volver a abrirlos,

ya no estuvieras conmigo.

Odio cerrar los ojos…

porque después… hay que abrirlos,

me da miedo tu mirada

y es oscuro el destino,

no quiero nuestro amor roto,

quiero que sueñes…

conmigo…

Como cuando yo soñaba…

que tú…

soñabas conmigo.

Poema 1…  Antonio P. Argudo Abad
(Tonio Gudoar)

 

 

LLAVE QUE ABRES…

Poema que muestra el dolor derivado de la soledad, en esa parte final de la vida, cuando la necesidad de amor es más añorada y querida, más apreciada y valorada.

 

Llave que abres… mi corazón,

que cicatrizas mis heridas abiertas,

luz de vida y reposo mío,

festejo en mi pasión.

 

Sangre y suspiro en mi corazón,

alma y alas… como tiene un gorrión

cual pájaro que vuelo emprende

hacia el calor de ese sol.

 

Abre mis ojos… no mis heridas,

perpetua tu voluntad en mí,

muéstrame tu paseo por esa felicidad

que el tiempo prolonga en mi piel.

 

Marchitos argumentos de vida,

no tengo días de luz en mis tinieblas,

tengo hambre de tus palabras…

con sequedad en mis lágrimas.

 

Ojos enrojecidos… sin llanto,

pasos inciertos y faltos de amor,

caminos… con dolor forjados

y aire impregnado en desamor.

 

Poema 36… Antonio P. Argudo Abad
(Tonio Gudoar)

 

Caminan despacio, casi encorvados por la ciudad.

 

Poema denuncia, ante la nula posibilidad de aquellas personas mayores, a poder desenvolverse por diversas zonas de la ciudad, o realizando algunas tareas propias de la vida cotidiana. Algo tan simple… como poder tirar la bolsa de desechos, adentro del contenedor.

No pudiendo ejecutar su apertura… Se complica al intentar pisar la barra, esto los desestabiliza al levantar el pie, encontrándose fuera de su alcance.

 

Regresan de adquirir albadas,

apoyándose en una mano llevan su bastón,

en la otra, cargando va su bolsa de fatigas

llena de pasos cansados.

 

Circulan vagando por el discurrir del día,

hacia la alameda del viento.

La piel de su alma, va colmada de arrugas,

compradas en el mercado del tiempo.

 

Les cuesta subir o bajar de la acera,

llevando esa bolsa desprendida de encantos.

Pretenden abatir la barra del contenedor,

marcado en un color definido.

 

Sus pasos son temblorosos de esfuerzo,

al activar el pedal de ese lugar, en concreto.

Y expulsar adentro la bolsa de los desechos,

con la tapa en movimiento.

 

Esto es… un hacer casi imposible,

se lo impide el ayuntamiento,

con este diseño de tapa y pedal,

para esos contenedores concretos.

 

Poema 114…  Antonio P. Argudo Abad
(Tonio Gudoar)

 

LLAVE QUE ABRES…

 

Poema que muestra el dolor derivado de la soledad, en esa parte final de la vida, cuando la necesidad de amor es más añorada y querida, más apreciada y valorada.

 

Llave que abres… mi corazón,

que cicatrizas mis heridas abiertas,

luz de vida y reposo mío,

festejo en mi pasión.

 

Sangre y suspiro en mi corazón,

alma y alas… como tiene un gorrión

cual pájaro que vuelo emprende

hacia el calor de ese sol.

 

Abre mis ojos… no mis heridas,

perpetua tu voluntad en mí,

muéstrame tu paseo por esa felicidad

que el tiempo prolonga en mi piel.

 

Marchitos argumentos de vida,

no tengo días de luz en mis tinieblas,

tengo hambre de tus palabras…

con sequedad en mis lágrimas.

 

Ojos enrojecidos… sin llanto,

pasos inciertos y faltos de amor,

caminos… con dolor forjados

y aire impregnado en desamor.

 

Poema 36… Antonio P. Argudo Abad
(Tonio Gudoar)

 

 

 

Caminan despacio, casi encorvados por la ciudad.

 

Poema denuncia, ante la nula posibilidad de aquellas personas mayores, a poder desenvolverse por diversas zonas de la ciudad, o realizando algunas tareas propias de la vida cotidiana. Algo tan simple… como poder tirar la bolsa de desechos, adentro del contenedor.

No pudiendo ejecutar su apertura… Se complica al intentar pisar la barra, esto los desestabiliza al levantar el pie, encontrándose fuera de su alcance.

 

Regresan de adquirir albadas,

apoyándose en una mano llevan su bastón,

en la otra, cargando va su bolsa de fatigas

llena de pasos cansados.

 

Circulan vagando por el discurrir del día,

hacia la alameda del viento.

La piel de su alma, va colmada de arrugas,

compradas en el mercado del tiempo.

 

Les cuesta subir o bajar de la acera,

llevando esa bolsa desprendida de encantos.

Pretenden abatir la barra del contenedor,

marcado en un color definido.

 

Sus pasos son temblorosos de esfuerzo,

al activar el pedal de ese lugar, en concreto.

Y expulsar adentro la bolsa de los desechos,

con la tapa en movimiento.

 

Esto es… un hacer casi imposible,

se lo impide el ayuntamiento,

con este diseño de tapa y pedal,

para esos contenedores concretos.

 

Poema 114…  Antonio P. Argudo Abad
(Tonio Gudoar)


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