Por Luis Zueco
Escritor
Un castillo y un panteón real.
La muerte de un rey o de una reina siempre es algo que ha convulsionado a un país. Este último mes ha fallecido la reina de Inglaterra y hemos comprobado que, en la actualidad, este hecho aún sucede con enorme trascendencia. Isabel II fue enterrada en la capilla de San Jorge que se encuentra en el Castillo de Windsor.
Claustro de San Pedro el Viejo -Huesca-
Gran parte de nuestros reyes han fallecido de forma inesperada en Aragón a lo largo de la Edad Media: Ramiro I, Sancho Ramírez, El Batallador, Pedro el Católico… Así que parece lógico preguntarse dónde están enterrados nuestros monarcas. Hay cinco panteones reales en Aragón, lo cual es excepcional. Y los cinco en la provincia de Huesca. Son el Monasterio de San Juan de la Peña, San Pedro el Viejo, Santa María de Sijena, San Victorián y el Castillo de Montearagón.
Castillo de Montearagón
A mí siempre me ha llamado la atención este último, quizá por mi afición a los castillos, no lo voy a negar. También porque cuando pasas por la carretera y dejas atrás la ciudad de Huesca, enseguida se divisa en lo alto, solitario y poderoso. Atrayéndote hacia sus muros, como si de una sirena de secano se tratara.
Hace pocas semanas han terminado en él unas necesarias y ansiadas obras de restauración y consolidación. Un amigo mío me dice siempre que en Aragón tenemos más castillos de los que podemos defender. Tenemos muchos, eso es cierto, pero pocos tan emblemáticos como Montearagón.
Una poderosa fortaleza construida en el siglo XI y que sirvió para asediar y reconquistar la estratégica plaza musulmana de Huesca. Luego fue convertido en una abadía que tuvo gran riqueza y poder.
Cráneo de Alfonso I
El castillo tiene un recinto amurallado con forma hexagonal irregular, con una iglesia adosada y formando parte de la muralla.
El espacio del Panteón Real se ubica en la cripta y en el descansaba el sepulcro del rey Alfonso I el Batallador hasta que fue trasladado en el siglo XI al claustro de San Pedro el Viejo en Huesca.
A día de hoy, nos atrae poderosamente todo lo medieval: castillos, iglesias, monasterios, batallas y también panteones. El Medievo está de moda, hay multitud de series de televisión, libros, videojuegos y películas. Pero incluso otros géneros como la ciencia ficción o la fantasía se nutren esencialmente de las crónicas medievales y sus escenarios, ahí están los ejemplos de la serie Juego de Tronos, o las películas de El Señor de los anillos o Star Wars.
Habría que preguntarse que tiene la Edad Media que la hace tan sugerente recurrente y adictiva. Porque en Huesca tenemos algunos de los mejores exponentes de su legado. Y puestos a elegir, que más fascinante que una cripta en un poderoso castillo donde se depositaron los huesos de uno de un fabuloso rey, y desde donde se asedió una ciudad hasta conquistarla.