En lo alto del faro
desde las colinas de la Mansión Azul
viendo ir y venir a los deseos náufragos
y navegantes de la luz
en los mares del tiempo.
En lo alto del faro
contemplando desde el universo del texto
el abismo de aquellos que se sienten gota
en el mar de los versos.
En lo alto del faro
imaginando lo profundo de su viaje,
sabiendo que el silencio es el destino
que ha de ser recorrido, callando,
sabiendo que al borrar el instante
queda la ortografía de lo eterno.
Y sin embargo,
borrar suavemente la sangre de la historia,
callar y entre sus olas, gritos de silencio,
ser la música de los tiempos
que acaricia libre las olas infinitas de cada vida
rompiéndose en la costa de cada uno de sus sueños.
Jesús Soria Caro