Zhao Muzhen
Poeta, crítico literario y docente. Nació en 1981 en la ciudad de Yuncheng, provincia de Shandong. Se tituló en 2009 y 2012 respectivamente como Maestro y Doctor en Literatura china antigua de la Facultad de literatura de la Universidad Pedagógica del Centro de China. Empezó a publicar sus poemas en 1999. Desde entonces, sus obras y sus artículos han aparecido en algunas de las revistas literarias y académicas más influyentes en China. Es autor de los poemarios Objetoexterno, Siestecita, Oda al infinito, entre otros. Ha recibido importantes galardones como El Premio de jóvenes escritores de Shenzhen en su novena edición, el Premio anual “Diez mejores poemarios” (2018), el Premio de poesía “Haizi”(2019). Vive en Shenzhen donde trabaja como docente, dedicándose también a la investigación y a la crítica literaria. Es miembro de la Asociación de escritores de China.
En el ocio
Me siento, aburrido y ocioso. Un firmamento lleno de estrellas:
así luce la miríada de seres vivientes ante mi mirada furtiva.
En realidad, no son más que una turba de plebeyos
que aman u odian. Este mundo ruin no avanza ni un paso
y el tiempo está decapitado. El poder abrogado jamás retendrá
aquella fuerza que crece en la punta de flecha torcida
y maniobra para lanzarse de regreso.
A pesar de todo, amo. Dejo de un lado el tiempo restante
y recorro este mundo ya derrocado, recolectando piedras de vacío.
Entonces caen los rayos, hacen contacto con la leña…
Después estallan las llamas y traen las últimas cenizas.
6 de octubre de 2014
Cerrar la puerta ante los visitantes
Cerrar la puerta ante los visitantes:
es otra forma de establecer una relación luminosa
con todas las cosas el universo.
Una relación intrínsecamente hermosa
que desenreda la cotidianidad y la historia,
sin ser extraña a la madre naturaleza.
Aquí unos cabalgan en ballenas, otros montan los vientos.
Los únicos que faltan son los príncipes y los nobles,
también las huestes que han llevado a la destrucción.
Es el territorio vasto donde la mente permanece en trance.
En todas partes, hermanos sin lazos de carne y sangre;
en todas partes, tierra natal sobrevolada por garcetas.
Aun así, con la puerta cerrada ante cualquier visitante.
Venero y acato esta postura.
Al fin y al cabo no hay que buscar huellas y pistas,
ya que existen implícitas dentro de ti y de mí.
¡A cerrar las puertas! ¡A declinar las visitas!
Qué bueno es estar solo, tras la puerta cerrada.
Abre la ventana, mira hacia el Monte del Sur donde la luna
brilla sobre los ríos que corren por miles de leguas.
15 de enero de 2016