Biobibliografía
EXTERIOR TRANSPARENTE BALADA
Abierto el envoltorio
ya todo es exterior.
La realidad es, a tu paso,
restos de bollería industrial
que entre las grietas
picotean las palomas.
Y todo camina, forjando
el mundo en su girar.
Eres techo y fondo en el declive
de tu propia leyenda imaginada,
estrella del rock, transparente balada;
eres, sin temor a equivocarme,
la mancha en el disco desmaquillante
al final de tu cosmética existencia.
Truncado empeño en ser, eres.
Por eso vives así,
menospreciando las cunetas,
los escaparates y hasta el muñón
de los mendigos.
Pero pronto vendrán los días
con sus hueras cavidades
como blisters de pastillas
como moldes para el pan.
Días, donde el silencio es el lenguaje
de los hombres invisibles.
Lejanos y sentimentales llegarán
con dedicatorias en la radio,
con paquetes y postales.
Cómo decirte entonces, que todo eso será
lo que yo llame olvido porque refulge
como la noche de una ciudad
vista a las afueras, que brillar
es tan sólo acercarse un poco
y que la culpa, sólo es real en su reflejo.
Cómo explicarte que vivo
como quien contempla un adulterio
y que todo lo que ves transita
lejano y traslúcido en mi mirada.
Has abierto el envoltorio,
y es el interior lo denostado.
Inédito
EL RECHAZADO NARCISO ATIENDE A LOS PRECEPTOS DEL AMOR CORTÉS
No os mate vuestra propia hermosura
GUTIERRE DE CETINA
Crees que duermo, y cada día al despertar
soy una esquela en el periódico de ayer.
Nunca me tienes piedad, altivo yo,
que vives fuera, repleto de gente.
Bello holograma o héroe de video-juego,
preso soy de tu nombre en el espejo
cuando transitas indiferente
por esta vida ruin y descuidada
como el baño de una discoteca.
Lo repudiado soy, ahora y luego tu alma.
Mi alma, la grasienta sombra de tu ser.
Somos, la arrojada piedra al aire
que no tuvo clemencia del cristal
y se hunde ya, en el reflejo del agua.
Inédito
CUERPOS EXTRAÑOS
Los cartuchos vacíos de tinta
guardan mensajes secretos,
historias de amor, ofertas de empleo.
Nos hablan de cosas que nuestros ojos
nunca han visto pero existen,
como las piezas extraviadas de los juguetes,
para robarnos esa porción de realidad
que creíamos certera.
Cuerpos extraños reclamando intimidad
como una catedral que rehabilitada
aún se oculta en su pasado
de andamios y canteros,
son los productos cosméticos de la cómoda
y el detergente que guardas en la encimera.
Algo que encierras con la esperanza del color.
Algo, que sobre vida, vierta vida inanimada.
Sentimientos escondidos tras los restos de tinta
que perfilan los objetos
Inédito
URGENCIAS
Seremos para siempre objetos,
símbolos de otra medida urgente.
No extintores, ni salidas de emergencia;
no mascarillas contra el polvo,
ni botiquines de primeros auxilios
o teléfonos, que grabados en la memoria,
existen bajo el deseo de no tener que usarlos.
Nunca un refugio nuclear, un búnker
o ciudad amurallada. Seremos,
como el interruptor de esa luz
que permanece encendida
en un local desalojado,
la leyenda de los mapas que nos guían
hacia un lugar seguro.
Emblemas de un deseo
que no precisa de urgencias.
Inédito
LA ESPERANZA HISTORIA DE LUDÓPATA
Qué importa si ayer
o la semana que viene
te enamoraste de la voz
de una tele-operadora.
Qué importa
si ahora sales a la calle
con esa confianza
con la que cierras
un libro de auto-ayuda;
radiante, frágil,
como si un funámbulo recorriera
el filamento de las bombillas.
No te importa caer,
ya has sido otras veces,
bajo la luz estridente,
la moneda en la ranura
de una máquina tragaperras
Inédito
POLÍTICA EXTERIOR. EL DISCURSO DE LA DERROTA
No se trataba de exportar, sino de conseguir
un acuerdo comercial con los espejos,
intentando obtener fuera algún reflejo de lo humano.
Sentimientos con letra pequeña en objetos necesarios
que silenciaran la voz de esta metrópoli
que por dentro se expandía.
Un imperialismo camuflado fue siempre el objetivo.
Tampoco era cuestión de importaciones,
sino de prolongar el tratado de paz interior
para esa guerra que no habíamos proyectado.
El conflicto de tu imagen en el mundo,
como una gota que en el agua continúa siendo gota.
Burocracia controlada, fue desde entonces existir.
Pero ahora, harto de que la vida sea una cuestión de ventanillas,
entregas esta carta de renuncia,
como quien regala un libro de poemas,
sólo para que el mundo entienda tu derrota
y continúe hablando al otro lado de los cristales.
Inédito