Rosa Valiente¿Existen las hadas?

Una tarde tormentosa y borrascosa, me encontraba triste y melancólica, nubes negras atravesaban mis pensamientos. La vida había pasado volando, y con un libro en mi regazo, pasaba el tiempo bajo un álamo.
¡De pronto! Se despejo el cielo, y ante mi apareció un hada sonriendo y preguntando ¿El por qué de esa melancolía? Ha pasado tu vida volando, lo sé. No tienes que estar triste ni melancólica, has tenido más soles que sombras, cumpliendo sueños que no esperabas. Mira al cielo y da gracias, verás cómo pasa la tormenta.
El corazón pugnaba por salirse de mi pecho. Cuando el hada desapareció, remolinos y remansos de paz llenaron mi espíritu.
Como albores luminosos surcaron los cielos y una sempiterna sonrisa iluminó mi rostro, sin saber a ciencia cierta si estaba despierta o soñando.
Mi estado de ánimo me decía, que un hada me había visitado.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.


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