Quiero decir volver deshabitado
Cruzarás el umbral apartarás las sombras y al cabo de tu historia tropezarás contigo sentado en el borde de los mapas como un amante antiguo al que ilumina un rayo triste y nuevo para entender el mundo en la mano boquiabierta la petaca y en la boca mal cerrada cinco gotas que resbalan del mentón a los asuntos buscarás sin ánimo de lucro los tenedores sagrados de tu infancia el honorable altar donde pusiste todo los pasos que con otros conducían a los años perdidos de tu vida para encontrar alzado con quien pasa un beso al corazón robado y agosto y su alquitrán en una caña.
Se nos apaga el mundo (Cine puro)
Exterior día paisaje con manzanas plano general que muestra casi todo menos tú ruido de voces que se acercan con un eco lejano de cascos de caballo pájaros también en una rama que no merece el viento en el centro de la imagen dos hombres pelean con espadas por su vida todavía sin deudas ni títulos de crédito y en las butacas numeradas siete y nueve pasillo central y terciopelo lento zoom con música de piano mientras abres descarada el pan de la merienda y de tu falda.
Conste en acta
A quien corresponda lego mi petaca mi manual para perder al póker y los zapatos que compré en París y que todos los viernes me abandonan a mis deudos el cortés beneficio del olvido a Lucas otra ronda al notario que hizo acta y mantel de mi inocencia el curso de alemán de tapas verdes y contenido inescrutable a la Bolsa disculpas a mi orilla los pies que necesite para aliviar el luto consuelo a mi butaca y el nombre que no puse al río que nació conmigo lego mi tos y mi dieta al primero que aparezca y a mis tres hijos la lluvia para que crucen indemnes el otoño y sus besos de agua repentinos limpien de tristeza la frente de los cuatro.
Desprendimiento indoloro de un cercano tóxico
El amarillo es algo más que un indicio hepático o el jubiloso corazón de un girasol en llamas o la camisa de agosto para el trigo hay tipos amarillos como hay bancos cargados de intención y naves vacías de interés y préstamos a ciento veinte vidas que no se cobran nunca tipos de tersa faz sin una greña hidratados solventes decididos y amarillos tipos en suma a su manera dialogantes uncidos a un reproche como otros a la nieve tramitadores de afectos calculados hereditario el beso parca la saliva tipos solidariamente amargos decretando la expulsión de los ausentes en la boca ortogonal una sintaxis que nunca dice toma faltos de lumbre fingirán el entusiasmo con que nace la sed aunque luego se desfonden al conocer el agua y severamente tóxicos recibirán un día tu saludo en navidad su lengua de membrillo desconchada y sus hombros con espalda a tus espaldas.
Guía para un lector necesitado
Como al descuido avance hasta el verso noveno donde dice final feroz del que se marcha mudo sin preguntar por qué pues no conoce su íntimo motivo y acaba de llegar a este poema que ahora es todo suyo cuando lea final feroz del que se marcha mudo usted no sabe todavía el nombre y la estatura del sujeto la última razón de su desplante intuye un eclipse indeseado y se pregunta qué esconde la palabra feroz feroz precisamente precisamente mudo resista no aparte los ojos ni busque consuelo en el tabaco ni evoque temerario un rostro difuso en su memoria éste poema es solo suyo y nunca hablará se lo prometo de quién tanto le amó y poco tuvo hasta marcharse un día desprovisto de usted feroz y mudo.